Siempre hay que aprovechar lo que tenemos, nunca desesperarnos por un desacierto, ni subiros a lo mas alto cuando nos suceda un hecho esplendido, siempre hay que estar hay en los momentos de duda, ante las duras decisiones i en los momentos buenos, pero siempre mirar hacia delante siempre. Hay que vivir la vida en su entera plenitud, pensando en que sucederá en el mañana y en el presente.............pero nunca desaprovechar lo que tenemos, porque la vida nos la han dado pero todo lo que hemos vivido, luchado, trabajado, la gente que apreciamos y queremos puede desaparecer en cuestión de minutos, de segundos.............................y lo que antes era todo se puede convertir en nada.
Por no hablar de los sentimientos que son los amigos de los niños, enemigos de los adolescentes y acompañantes de los más mayores. Porque por un sentimiento se mueven naciones, ¡mundos!, porque por solo una cosa que creemos sentir los cambiaríamos todo, sin importar lo que perdamos y, lamentablemente, sin pensar en las consecuencias y pongo el ejemplo de los dos grandes amantes de Shakespeare, Romeo y Julieta. También, dependiendo de lo que sintamos tendremos miedo, posiblemente al rechazo, frustración, al no conseguir lo que queríamos, alegría muchas veces... Porque la vida es muy larga y todo en ella cambia, pero ¿Qué es la vida sino eso? ¿Qué es la vida sino cambios? Y más en la adolescencia que parece que todo fue mejor antes, que todo lo antes experimentado nos hacia más felices que ahora. Y pensando que cuando éramos pequeños todo era más fácil y queríamos ser mayores e independientes y ahora que estamos más cerca nos asustamos.
Porque hubo un tiempo pasado mejor.
Porque nos levantamos cada mañana con ganas de comernos el mundo.
Porque ser adolescente no es tan fácil.
Porque ¿Qué es la vida sino esto?
Cambios, cambios y más cambios.
CLARIN.